Curiosamente hoy habéis sido varios los que nos habéis preguntado cuántas preguntas hay que tener bien (considerando que el resto está mal y no en blanco) para pasar los cortes de los exámenes de Auxilio Judicial del próximo sábado. Así que, vamos a verlo y, de paso, repasamos algunos consejos que os hemos dado anteriormente en este blog 😉

Sistema de puntuación del examen del auxilio judicial

En el post Nuevo formato y duración del primer y segundo ejercicio de auxilio judicial os contábamos como puntúa en la convocatoria en curso cada ejercicio y cómo se establece la nota mínima para superar cada uno. Antes de seguir te recomendamos darle un repaso 😉

Por otro lado, tened en cuenta que, para turno de minusvalía y para aquellos territorios donde pudiera haber menos de 10 aspirantes por plaza, no se aplican las reglas que vamos a ver a continuación. En estos casos la puntuación mínima exigida será el 50% de la puntuación máxima posible. Igualmente, la puntuación mínima exigida para la superación de todos los ejercicios de la fase de oposición en el cupo de reserva por discapacidad será el 50% de la máxima posible.

¿Cuántas preguntas hay que tener bien para superar el corte de cada ejercicio?

Dando respuesta a la pregunta, en el primer ejercicio, como sabéis, el tener el 60% de la nota máxima posible no garantiza pasar el corte, ya que sólo pueden pasar al segundo examen diez personas por plaza, lo que puede hacer subir el corte. Así que, respecto al primer examen, no podemos prounciarnos de forma tan taxativa a como lo vamos a hacer para el segundo. No obstante, recordemos lo esencial, el test tiene 100 preguntas y puntúa como máximo con 60 puntos (0.60 puntos cada pregunta). El 60 % de 60 puntos son 36 puntos, luego la nota para pasar el corte nunca va a ser inferior a 36 puntos (salvo que anularan muchas preguntas). Para tener 36 puntos, o bien tenemos 60 bien y el resto en blanco, o bien, en el otro extremo, tener 68 bien y 32 mal

(68 x 0,60) – (32 x 0,15) = 40,8 – 4,8 = 36 puntos

En el segundo ejercicio, en cambio, sí se establece en la convocatoria que únicamente hay que superar el 60% de la nota máxima posible. Por tanto, teniendo en cuenta que son 40 preguntas, y que cada pregunta bien contestada puntúa con 1 punto, para pasar el corte habría que tener, como mínimo, 24 puntos de 40 posibles. Si tenemos 24 bien y el resto en blanco…¡corte superado! El problema es que nadie va a dejar 16 preguntas en blanco. ¡Sería la primera vez! Así que, si arriesgamos en todas, teniendo en cuenta que las preguntas mal contestadas penalizan 0,20 puntos, para que salgan las cuentas habría que tener 27 bien, lo que nos permitiría tener las otras 13 restantes mal.

(27 x 1) – (13 x 0,20) = 27 – 2,6 = 24,4 puntos

¡Nos sobrarían incluso 4 décimas! 😉

Y ahora que ya sabéis cuántas hay que tener bien pasemos a la siguiente cuestión…

¿Conviene arriesgar?

Si nos atenemos a la pura estadística, si una pregunta con cuatro opciones de respuesta penaliza menos de la tercera parte de lo que vale esa pregunta, interesa arriesgarse y responderla. En esta convocatoria de Auxilio Judicial, la penalización es de la cuarta parte de lo que vale la pregunta en el primer ejercicio y de la quinta parte de lo que vale la pregunta en lo que respecta al segundo ejercicio, por lo que, al menos en teoría, interesa contestar aunque no tengamos ni idea de cuál es la respuesta correcta. Pues bien, si te decides a arriesgar, a continuación te damos cuatro pautas más que puedes seguir para que aumenten tus probabilidades de acertar…

Marca la opción “Todas son correctas”:

Según artículo publicado en el diario digital “El Confidencial”, y que está referido al libro Rock Breaks Scissors: a Practical Guide to Outguessing and Outwitting Almost Everybody, cuyo autor es William Poundstone; tras analizar miles de preguntas, en el 54% de los casos, la opción “Todas son correctas” o “Ninguna es correcta” es la respuesta correcta, así que, ante la duda… 😉

No respondas la misma opción que la pregunta anterior ni la posterior:

Según el autor mencionado, es poco probable que una misma opción se repita en dos preguntas consecutivas. ¿Esto reduce bastante las opciones verdad?

La respuesta más completa y concreta suele ser la correcta:

William Poundsone explica que “los que diseñan los test tienen que asegurarse que las respuestas correctas son indiscutiblemente ciertas, lo que a menudo implica que se tenga que utilizar un lenguaje más calificativo”. Es lo que estamos hartos de deciros en clase… ¡¡¡siempre la respuesta más literal!!!

Elimina los extremos y las opciones más ambiguas:

Las respuestas que se diferencian sensiblemente del resto suelen ser falsas, al mismo tiempo que aquellas que se parecen demasiado o pueden dar lugar a ambigüedad (por ejemplo el uso de palabras que pueden considerarse sinónimas). Os pongo un ejemplo adaptado a nuestra materia que se centra en “los extremos”.

Enunciado: ¿Quién inadmite la demanda en el juicio ordinario civil?
a) El Letrado de la Administración de Justicia, mediante decreto.
b) El tribunal, mediante auto, sin ulterior recurso.
c) El tribunal, mediante auto, contra el que cabe recurso de apelación.
d) El tribunal, mediante sentencia.

Si os fijáis, la respuesta que se diferencia sensiblemente del resto sería la a) y, si me apuráis, también la d). Eso nos dejaría como posibles respuestas correctas la b) y la c). ¡¡¡Un 50% de probabilidades de acertar!!! A menos que seas a quien siempre le toca el haba en el roscón, ya sabes, a responder.

CONCLUSIÓN:

Si no sabéis que responder, por estadística conviene arriesgarse, y, si te decides a ello, tienes cuatro reglas básicas a seguir con las que tu número de probabilidades de acertar aumentaría. Al menos según dicho estudio…

Eso sí, estas reglas no valen con nuestros tests, porque las hemos tenido en cuenta al elaborarlos 😉

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